Investigadores estudian los efectos del sol en la piel

Este laboratorio está formado por un equipo de cuatro personas. José Aguilera, profesor de Dermatología, explica qué es lo que investigan en su día a día: «Estudiamos el sol, la piel, y lo que hay por medio». Desde esta unidad observan el sol con lupa para así poder dar a conocer sus propiedades, tanto beneficiosas como negativas. Una de las labores de este equipo es, por ejemplo, calcular los factores de protección que van en las etiquetas de las cremas solares que salen al mercado.

Son muchos los proyectos que llevan a cabo. Un ejemplo de ello es la investigación que están realizando desde hace dos años, en la que estudian si los pilotos de avión sufren el doble de incidencia de melanomas por la altitud a la que trabajan, exponiéndose más al sol. Sin nubes ni contaminación, la radiación ultravioleta que entra por los cristales de las cabinas del avión es mayor. Para ello, el equipo se trasladó a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz para, a través de vuelos simulados a la carta con el Aribus A320 de la Casa Real, medir la transmisión de la luz a través de los cristales. En este momento se encuentran desarrollando unos sensores que irían colocados en los hombros de los pilotos para recoger toda la incidencia que el sol ha provocado según las horas de vuelo, para comprobar si finalmente les afecta más.

Uno de los principales objetivos de esta unidad es poder aplicar toda esta información básica en Fotobiología Dermatológica a la población general, teniendo muy en cuenta la prevención primaria. Es el ejemplo del proyecto ‘UV Derma’, una aplicación para los smartphone desarrollada junto a la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Esta App, que ya tiene más de 25.000 descargas, ofrece información sobre fotoprotección. Una vez que el teléfono móvil se posiciona en un lugar, indica la cantidad ultravioleta que se recibe, así como los minutos que tardaría una persona en quemarse si se pusiese al sol. También informa sobre otros asuntos como la Vitamina D, o el cáncer de piel, además de contar con un apartado en el que desmota algunos mitos instalados en la sociedad. Y es que son muchas las creencias falsas acerca de la protección. Una de ellas, derribada por este equipo, es la idea de que hay que echarse crema solar media hora antes de exponerse al sol, cuando en realidad, con cinco minutos una persona ya está lo suficientemente protegida a los rayos ultravioleta.

José Aguilera, que forma parte del equipo investigador, explica lo importante que es protegerse del sol, sobre todo cuando se es joven: «de jovencitos nos íbamos a la playa todo el día, con quemaduras un día tras otro porque no queríamos echarnos fotoprotección. Eso son exposiciones en corto tiempo, pero muy crónicas, que al cabo de 30 o 40 años provocan la salida de melanomas». Es por eso que desde este laboratorio avanzan hacia una fotoprotección inteligente.

Y como una de las cosas más importantes es educar correctamente a los niños desde pequeños, esta unidad se encuentra inmersa en la campaña ‘Convive con el sol‘, también junto a la Fundación Piel Sana, para que la información sobre fotoprotección se incluya en el plan educativo, así como se hizo con la pirámide nutricional, con materiales y libros especiales, así como una formación del profesorado.

 

Fuentes

  1. Patricia Pineda

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