Científicos logran curar grandes heridas regenerando la piel sin injertos

Un equipo de científicos liderado por el profesor del Laboratorio de expresión Génica del Instituto Salk (EEUU) y catedrático extraordinario de Biología del Desarrollo de la UCAM, Izpisua Belmonte, ha desarrollado una técnica para curar grandes heridas regenerando la piel y sin necesidad de injertos.

Este procedimiento, que ha sido publicado en la revista ‘Nature’ y que está basado en la reprogramación celular hasta un estado similar al de las células madre, también podría ser útil para curar otros daños de la piel, contrarrestar los efectos del envejecimiento o ayudarnos a comprender mejor el cáncer de piel.

“Nuestras observaciones constituyen una prueba de concepto para la regeneración ‘in vivo’ de un tejido tridimensional completo como es la piel, no sólo diferentes tipos de células aisladas como se ha hecho anteriormente”, ha explicado Izpisua, autor del artículo publicado en Nature.

Las úlceras cutáneas (heridas que pueden extenderse a través de múltiples capas de la piel) generalmente se tratan de forma quirúrgica, trasplantando piel de otro lugar para cubrir la herida. Sin embargo, cuando la úlcera es especialmente grande, resulta difícil para los cirujanos injertar suficiente cantidad de piel para resolver el problema.

En estos casos, se pueden aislar células madre de la piel del paciente, hacerlas crecer en el laboratorio y trasplantarlas nuevamente al paciente. Ahora bien, este procedimiento requiere “gran cantidad de tiempo”, lo que pone en riesgo la vida del paciente y, algunas veces, no es efectivo.

Ante este escenario, el objetivo de Izpisua y del investigador y coautor del trabajo, Masakazu Kurita, ha sido convertir directamente estas otras células de la herida en queratinocitos basales, sin necesidad de sacarlas del cuerpo.

En primer lugar los investigadores compararon los niveles de diferentes proteínas presentes en los dos tipos de células, inflamación y queratinocitos. Así, identificaron 55 factores de reprogramación (proteínas y ARNs) potencialmente involucrados en la diferenciación de células de inflamación en queratinocitos basales y, tras diferentes experimentos, redujeron la lista a cuatro factores que podrían estar implicados en este proceso.

Cuando el equipo investigador trató tópicamente úlceras cutáneas de ratones, con los cuatro factores, éstas desarrollaron una piel sana (conocida como epithilia) en 18 días. Con el tiempo, este epitelio se expandió y se conectó a la piel circundante, incluso en las úlceras más grandes.

Fuentes

  1. Redacción Médica

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