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Las drogas que una vez fueron medicamentos

Actualmente a nadie se le ocurre ir a la farmacia a pedir cocaína ni se le pasa por la cabeza darle un trago de heroína a los niños para quitarles la tos, pero hasta el siglo pasado era una situación relativamente común. En este post vamos a hacer un breve recorrido por las drogas que antaño se prescribían como medicamentos, antes de conocerse sus efectos perjudiciales. ¿Nos acompañas?

Cocaína: el medicamento «mágico»

Durante años, la cocaína se utilizó para diversos fines, por ejemplo, como estimulante, para combatir la fatiga o como anestésico.

Con la coca en hojas o en el formato destilado (cocaína), se fabricaban diversos productos. En el siglo XIX, el vino Mariani combinaba vino de Burdeos con extracto de hojas de coca, y fue tan popular que hasta el papa León XIII prestó su imagen para hacerle publicidad. Le gustaba tanto que premió con una medalla de oro a su creador, Angelo Mariani. Se promocionaba como reconstituyente, vigorizante y estimulador del cuerpo y el cerebro. Otros vinos similares fueron el vino de cocaína de Metcalf o el vino de coca de Maltine, que también estaba indicado para los niños.

Otro producto muy popular en torno a 1900 eran las tabletas de cocaína, que literalmente se anunciaban como «indispensables para los cantantes, profesores y oradores» por su efecto revitalizador, reconstituyente de las cuerdas vocales y calmante del dolor de garganta.

Sigmund Freud fue uno de los mayores consumidores y promotores de la cocaína. La usó para tratar su depresión (de sus efectos, dijo que eran «mágicos») y se la recomendó a colegas y pacientes para tratar múltiples dolencias (paradójicamente, la deshabituación al alcohol y la morfina era una de sus indicaciones). Entre ellos, Hans Köller, un oftalmólogo vienés, probó a echársela en el ojo (después de probarlo en una rana, un conejo y un perro, por si las moscas) y se dio cuenta de que la córnea se volvía insensible al dolor. Así empezó a utilizarse como anestésico local.

La cocaína se prohibió en 1914, cuando sus efectos nocivos y adictivos eran ya sobradamente conocidos. No obstante, su «magia» sigue enganchando y convirtiendo en un infierno la vida de miles de personas, hasta el punto de constituir un grave problema. En España, es la segunda droga ilegal más consumida (por detrás del cannabis): un 3 % de las personas entre 15 y 34 años la consumen.

Heroína para tratar la tos

La heroína también se recetaba como un remedio milagroso en sus inicios. Se usaba para tratar la tos, el asma y la neumonía, y también como analgésico, pero con la ventaja de que, al contrario que la morfina, no era adictiva (suposición completamente errada, como ya sabemos).

La heroína se dispensaba en las farmacias y muchas compañías farmacéuticas hacían publicidad de preparados de esta sustancia. En algunas variantes, como la Glyco-heroin de Smith, se mezclaba con glicerina, azúcar u otros condimentos para mitigar su sabor amargo.

Curiosamente, su primera prohibición en los Estados Unidos fue por causas políticas y no médicas, ya que se estigmatizó su uso debido a que los inmigrantes chinos empezaron a consumirla, sustituyendo el opio por esta sustancia más barata y disponible.

Opio: antiespasmódico y analgésico

El opio también era una droga que se recetaba por sus supuestas propiedades sanadoras. Uno de los productos era el Vapor-OL, una mezcla de alcohol al 40 % con 3 g de opio por cada 30 ml de líquido. Se calentaba en una cacerola y se inhalaban sus vapores, con el fin de «tratar el asma y otras enfermedades espasmódicas». Paregórico es otra combinación que mezclaba opio con un 46 % de alcohol; se vendía sin receta y tenía un uso muy extendido parar tratar el dolor de muelas en los niños.

Este repaso por la historia de las drogas que alguna vez fueron medicamentos nos lleva a plantearnos una pregunta: ¿Habrá medicamentos actuales que se consideren drogas en el futuro?

Referencias

Antonio Escohotado. Historia general de las drogas. 7.ª edición. Espasa Libros; 1999; 1544 págs.

Academia de Medicina de Caldas. Curiosidades Farmacéuticas [lista de distribución de Anestesiología Mexicana en Internet (AMI-List)]. 2009.

Neri-Vela R. La introducción de la cocaína como un anestésico ocular y los inicios de su uso en México. Revista Mexicana de Anestesiología. 2013;36(4):323-326.

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